La clave es el material. El Poliéster Reforzado con Fibras de Vidrio (PRFV), o (GFRP en inglés), con lo que fabricamos nuestros depósitos, es lo que nos permite conseguir estas dos propiedades.
Se trata de un material compuesto, o composite, y está formado por una matriz de resina, reforzada de poliéster y fibra de vidrio.
Los composites son aquellos materiales constituidos al menos por dos componentes, consiguiendo unas propiedades superiores a las que tenían cada uno de ellos por separado.
En Europlast, utilizamos compuestos de matriz orgánica, consiguiendo depósitos de una elevada resistencia mecánica, ligeros y extremadamente resistentes a la corrosión.
Los materiales compuestos no son una invención humana, ya que existen en la propia naturaleza. La madera es un ejemplo, ya que está formada por estructuras de fibras de celulosa, rodeadas por una matriz de resinas naturales.
También encontramos ejemplos en los vertebrados, los huesos por ejemplo, están formados por una especie de cemento cálcico y fibras de colágeno.
En la construcción se utilizan materiales compuestos desde tiempos inmemoriales. El primer material conocido fue el adobe, formado por barro y paja, y de la evolución de ese primer material, hoy en día, encontramos el hormigón armado, que es el material más empleado en ingeniería civil.
Las resinas de poliéster son las más utilizadas en la industria metalúrgica. Hay muchos tipos de resina de poliéster, para aplicaciones muy diversas y con propiedades diferentes, pudiendo obtener mayor resistencia a los rayos U.V. y a la humedad, mayor resistencia química, mayor resistencia a los impactos y también a las altas temperaturas.
En cuanto a la fibra de vidrio, hay que decir que es uno de los refuerzos más utilizados en los composites debido a la excelente relación entre sus características y el precio. Las fibras de vidrio están elaboradas con las mismas materias primas que el vidrio (silicio, cal, óxido de aluminio y magnesita) a las que se añaden ciertos óxidos, variando las proporciones en función del tipo de fibra que se quiera obtener.
Trabajar con un material resistente y a la vez ligero nos permite fabricar depósitos de diferentes tamaños y capacidades, cubriendo así diferentes necesidades y velando siempre por la seguridad de los usuarios.